Desde hace una década, aproximadamente, se realizan en el IMCI trabajos experimentales con el bioDiesel en motores. Al principio, utilizábamos mezclas de petróleo Diesel con diversos aceites vegetales (de soya, ricino, etc) sin transesterificación (sin eliminar la glicerina), por lo cual limitábamos el contenido de estos aceites en las mezclas (10%, como máximo) para evitar la obstrucción del sistema de inyección del motor. A partir de un programa conjunto entre el IMCI y la Universidad Agraria La Molina, se inició hace 02 años un trabajo sobre la utilización de biodiesel, obtenido a partir del aceite de soya y aceite reciclado de frituras en el motor Diesel Lister SL2 (8,5 HP a 1800 RP.M.; DxS 80,96 x 88,9 mm; cilindrada 916 cm3; relación de compresión 19,5/1), utilizando diversos porcentajes (de 0 a 100%) de biodiesel en mezclas con petróleo D-2. Como es conocido, el biodiésel es un combustible que se obtiene por la transesterificación de triglicéridos (aceites). El producto obtenido es muy similar al petróleo Diesel, y puede usarse en motores, aunque algunas veces se requieren hacer algunas modificaciones. El proceso de transesterificación consiste en combinar el aceite (normalmente vegetal) con un alcohol ligero, normalmente metanol, y deja como residuo la glicerina. A pesar de las numerosas ventajas del biodiesel, también presenta algunos problemas. Uno de ellos es derivado de su mayor capacidad solvente que el petróleo Diesel, por lo cual los residuos existentes son disueltos y enviados por la línea de combustible, pudiendo obstruir los filtros u otros componentes. Otro aspecto es su ligero menor poder calorífico (por unidad de volumen), aproximadamente un 5% menos, aunque esto, en la práctica, no es tan notorio. Durante las pruebas no se observó la formación de depósitos de combustión ni tampoco se empeoró el arranque en frío. Otro problema del biodiesel se refiere a su almacenamiento, ya que es un producto higroscópico y degradadle. El biodiesel se degrada notoriamente más rápido que el petróleo Diesel. Un dato interesante es que el rendimiento promedio para oleaginosas como girasol, maní, lino, arroz, algodón, soja o ricino ronda los 900 litros de biodiesel por hectárea cosechada. Esto puede hacer que sea poco práctico para países como el Perú, con poca superficie cultivable; sin embargo, la gran variedad de semillas aptas para su producción, muchas de ellas complementarias en su rotación o con subproductos utilizables en otras industrias, hace que sea un proyecto sustentable.